domingo, 27 de mayo de 2007

Poner rótulos...¿para qué?

¿Qué tiene de malo el compromiso?
Esta es la nueva fobia de la hiper modernidad, a la que cada vez se suman más adeptos. No hago discriminación de sexo, creo que está mas acentuado en los hombres pero las mujeres engrosan las listas cada vez con mayor fervor. Dos generaciones que se esconden tras la histeria, y las relaciones frugales y vacías, enfocados en la diversión breve y repentina, que con el tiempo sólo los lleva inevitablemente a la soledad.
Muchos argumentan como negativo: no poder salir con otras personas, tener que llamar todos los días, ceder espacio, arriesgar la libertad, consultar algunas decisiones, que lo propio termine siendo nuestro. Los más fóbicos, sin decirlo, lo que en realidad temen es salir lastimados después
de haberse entregado tanto y prefieren no correr el riesgo.

Podemos verlo desde ese punto de vista. Sí. Y también
podemos verlo de este otro: comprometerse es tener alguien que te cuide, que se preocupe por como estás. Alguien que te mire a los ojos y sin palabras sepa como te sentís y que necesitás. Que sepa como te gusta el café. Que conozca tu banda, tu libro, tu comida preferida. Que sepa que no te gustan … o si te gustan las sorpresas y sepa actuar en consecuencia. Alguien que aguante tu mal humor de la mañana sin hablarte durante una hora. Que te acompañe a los eventos aburridos. Ese que sabés que estará del otro lado a cualquier hora cuando necesites llamar a alguien en una incipiente desesperación. El que tiene la palabra y el abrazo justo. Quien te llama, sí, tal vez todos los días, porque tiene ganas de escucharte, compartir, reírse, estar. El que se divierte aún sin hacer nada. El que te da espacio porque sabe que igualmente tiene el que le corresponde en tu vida. El que te abraza en las noches de frío. Alguien que te ayuda a decidir. El que te enseña a que no sos sólo vos, sino que también puede ser nosotros. El que te muestra un futuro no tan desolado. El que te permite querer, desear, amar, sufrir, llorar, esperar. El que te da todo y hace, que en tu libertad de poder estar con otras personas, elijas sólo una. Porque no necesitás otra.

Y si nosotros debemos también dar esto a cambio, y cuidar, querer, compartir, brindar y recibir, ¿so what? ¿Acaso no todas las relaciones de nuestra vida, amigos, hermanos, primos, llevan intrínseco algún tipo de compromiso?

El miedo al compromiso en sí no existe, es la excusa más sencilla y menos sostenible de aquellos que se creen aventureros y que no se animan a correr el mayor riesgo: el de llegar a enamorarse.

Comprometerse es en realidad la elección de querer y dejarse querer por propia voluntad. Así que si dejáramos de verlo como una obligación, para verlo como algo que hacemos todos los días porque nos hace sentir bien. Sí mantenemos la libertad porque actuamos por elección, si tenemos más amor, más comprensión, más compañía, más cuidados, más intimidad, más todo porque de dos es más que uno, recuérdenme, otra vez… ¿Qué era lo que tenía de malo el compromiso?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sole, en el amor no existe el compromiso, salvo en aquellos familiares que uno no elige, sino que la vida trajo y que por más que uno no los quiera, "debe" quererlos. Después, en la vida de pareja no hay compromiso, hay amor. Y si hay amor, uno hace todo por ver feliz a la otra persona y a través de esa persona uno se realiza. Solamente serán de "compromiso" algunos eventos, algunas reuniones, algunas acciones pero nunca el amor, sino no es tal y como tal no resiste al tiempo.

Soledad dijo...

Gracias por apoyar mi idea... entendiste en realidad lo que quería decir... los que parecen que no lo entienden son los que justamente alegan tenerle miedo.

Anónimo dijo...

en lo personal me molesta mucho la falta de compromiso que hay en todos los aspectos de la vida por parte de la gente, desde un amigo, un hermano una pareja... o sera nuestra sociedad que cada dia mas se acostumbra a que nadie se juege por nada, ni siquiera la empresa por la que pagas un servicio o el gobernante que promete y no cumple... habra que acostumbrarse no?

Anónimo dijo...

Yo creeo que tambien depende de cada caso, y sobre todo, de cada persona. Es cierto que todos como humanos que somos, necesitamos cariña, y tener alguien cerca, ya sea en forma de familiar, amistad, o amor, que es lo mas frecuente.

Pero hay personas, que no necesitan tanto nivel de afecto, o bien que son solitarias, y les gusta llevar una vida uraña y en soledad, y no por eso son infelices. Tienen sus amigos, etc, pero se socializan lo justito. (Tengo amistades asi...)

En mi caso, yo tengo 28 años, y aun no estoy con pareja estable, en parte por que soy una persona muy poco enamoradiza, y la unica manera que tengo de comenzar una relacion con alguien es enamorandome al 100%, hasta el punto de perder la cabeza y no plantearme nada, ya que simplemente sabes que deseas estar con esa persona, y asi eres feliz.

Sin embargo, eso aun todavia no ha ocurrido, unicamente me he enamorado 3 veces, y nunca ha sido correspondidamente. Asi que lo que hago, es disfrutar de mi solteria, por que tampoco me disgusta este estado...

Pienso que cada esado tiene sus puntos buenos, y sus puntos malos, y que la solteria no tiene por que ser inferior al de pareja, simplemente son 2 formas de vivir la vida, y debemos sacar lo bueno de la que nos toque vivir en cada momento.

Hoy por hoy estoy bien asi, pero si llega esa persona que me enamore y tenga la suerte de que esta vez sea la buena, pues adelante a la relacion de pareja.

Eso si, tambien reconozco que tengo un espiritu AVENTURERO, que no pienso perder. Soy una persona demasiado sociable, tengo muchos amigos, y no podria vivir sin ellos, al igual que me encanta viajar, siempre visitando sitios nuevos, conociendo lugares diferentes, en fin, soy un aventurero muy alocado, y eso nunca cambiara. Asi que espero que mi pareja sea asi tambien, y poder compartirlo con ella, por que la tipica vida rutinaria de hacer todos los dias lo mismo, o la casera..., me queda mucho, ya que soy de los la rutina me termina matando, y no podria llevar la vida que llevan muchas parejas, en las que no hacen mucho...