lunes, 1 de septiembre de 2008

Carta para no leer

Este post no es mío. Es de uno de mis mejores amigos. De esos que te da la vida para siempre.
Ni siquiera es un post. Es justamente una "carta para no leer". Esas que se escriben en silencio, que se sufren en penumbras, que se acallan con esfuerzo. Es todo lo que uno quiere decir ... y no quiere. Porque cuando llega la muerte del amor, las palabras que se dicen suelen ser crueles, simples, seguramente despiadadas. Pero las que callan son las más dulces, las más dolorosas, las más poéticas. Y es que claro, esas, las más bellas, están destinadas en realidad para decirse cuando el amor fluye, cuando uno hace lo imposible para que perdure, cuando uno quiere alimentarlo de ilusiones, sueños, esperanzas y recuerdos inventados.
Así que por esta vez dejemoslás fluir. Seamos testigos de los sentimientos más internos de los hombres. Veamos esta vez que ellos también aman, sufren, lloran, pierden.



Carta para no leer
Despojado de un amor tan perturbado que cego mi realidad inpunemente, puedo ahora ver la inmensidad de tu mentira, de tu juego pernicioso. El indisimulable dolor manifiesto que sentiste con su pérdida, tu desesperación hiriente para salvar lo insalvable, porque podrás recuperar su cuerpo, pero nunca entero, nunca pleno. Y hablo de El, no hablo del amor perdido... El último aliento de tu relación conmigo, malgastado inoportunamente sin sentido en un pedido de ayuda para recuperar lo irrecuperable.
La sensación inequívoca de vivir equivocado, el dolor que se escurre hasta los huesos de saberme perdido tanto tiempo en un amor tóxico. La idiotez con que creía tu veneno no letal, aunque doloroso , y la sensación de libertad que revivió expontáneamente en el vacío de la razón, liviana como el aire, estaba la verdad ante mis ojos. Cuanto me mentí traicioneramente mirándome a los ojos, cuanto me expuse sin saberlo, o a sabiendas... es igual.

Puedo ver ahora la inmensidad de tu mentira. Ya no siento más dolor, y la pena se reduce lentamente pero firme, incorruptible.... Cuánto te tuve entre mis brazos y que poco te he conocido. A donde fue la complejidad lineal de mi criterio, si tan sólo tomarte de la mano pudo más que mil verdades. He conocido el amor, y lo he sufrido, mas no cambio uno solo de mis días si estos sirvieron para aprender a respetarme, a conocerme vivo.¿Qué hubiera sido de mi sin el dolor que me causaste, cuántos años más tendría que haber pasado para crecer como he crecido?

Esta carta la escribi mil veces en mis sueños, y esta sola vez con el teclado, sentí miedo al darme cuenta que más tiempo pasa y más olvido, me duele menos, y se esconde en mi alma la fuerza de un amor que siendo tan fuerte, no fue correspondido.

No se cuando la voy a enviar, quizas nunca o tal vez te llegue, animado por un coraje tímido. Probablemente no hayas tenido la oportunidad de leer hasta este párrafo, pero si así fuera...... quiero decirte que ya no soy el mismo, que ya no espero nada, ni un mensaje, ni un llamado, ni noticias.... no espero nada porque prefiero inventarme tu recuerdo, en nuestra casa del country , en el jardin, con un gran perro y muchos hijos riéndo con tu risa.

"Ya no la quiero, es cierto, pero talvez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos, Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa, Y estos sean los últimos versos que yo le escribo."

by CJR

3 comentarios:

Christian von Rölla dijo...

S TE VUELVO A DECIR QUE ME DA MUCHISIMO ORGULLO QUE ME HAYAS POSTEADO, Y TU INTRO ME HACE SENTIR MIL COSAS.

Anónimo dijo...

Me encanto tu blog!!! TE felicitoo!!!
Pasa por el mio, te puse de link.
http://caradequeso.blogspot.com

Besos!!
Ceci

Juani R dijo...

Otra vez yo metiendo la cuchara...
Sobre el amor y la decepción.
Seguramente, hace millones de años, cuando el primer hombre vio la luna y le pareció preciosa, sintió ganas de regalársela a la primer mujer. Cuando Adán le regaló la luna a Eva, estrenó algo que se viene repitiendo desde hace milenos: de ahí en más, la luna fue regalada por miles de millones de enamorados, y en este preciso instante, si estás leyendo este blog de noche, hay cientos de miles de novios regalándosela a su novia. Inclusive, quizá uno mismo la haya regalado más de una vez. ¿No vale? ¿La luna ya está gastada? ¿Tiene escritura? Mmmm... Para mi sí que vale, porque el amor hace nuevas todas las cosas. Inclusive la luna. O sea que creo que, más allá de lo que uno haya vivido y padecido, cuando llega la brisa del amor de verdad, todas esas cosas se convierten en polvo y dejan de ser. Todo es nuevo. Y esa es la esperanza que nos queda.