sábado, 2 de febrero de 2008

El pez por la boca muere

¿A cuántas cosas han dicho que no, y luego terminaron cediendo? ¿Cuántas incontables veces se cansaron de decir jamás, y hoy recuerdan la frase “nunca digas nunca”?
Es que en esta vida no hay nada definitivo, y lo que ayer nos parecía imposible, hoy nos puede parecer más que atractivo. Resguardados tras los prejuicios, tras los principios, tras las ideas y los ideales, rechazamos lo que aún no conocemos. Así que permanezcan abiertos a cualquier posibilidad, sin decir de antemano que no, siempre dejen una ventana abierta, porque no sabemos lo que el destino nos depara, no sabemos cuantas sorpresas hay a la vuelta de la esquina, no sabemos en qué situación nos encontraremos. Puede haber un regalo de esta vida ahí esperando para que podamos disfrutarlo.
Dejen las cosas fluir. No hablen de más, porque todo lo que digan, puede ser utilizado en su contra, y ya lo saben, el pez, por la boca muere.