lunes, 29 de septiembre de 2008

Lucía en el espejo...

Hace algunos meses, cuando estaba sin trabajo, y tenía mucho tiempo al pedo, leía muchos blogs, que fui abandonando cuando conseguí trabajo, me dediqué a trabajar 12 horas por día y dejar la mente en blanco cuando llegaba a mi casa.

Uno de esos blogs era Ciega a citas, la historia de Lucía, que tenía como objetivo conseguir un novio antes del casamiento de su hermana, no sólo para no ir sola, y sentir la mirada acusadora de todos los invitados, como he comentado yo también en otros posts, sino para ganarle una apuesta a su madre, a la que escuchó decir en una conversación con la hermana que se casaba: “si tu hermana va con un novio a tu casamiento, uno de verdad, no un amigo gay, o un ex novio, te pago la fiesta”. Sin comentarios alusivos sobre la crueldad, desprecio y poca comprensión de la vieja bruja, y enfocándonos en Lucía, es terrible la presión y la desesperación a la que conlleva una misión tan exigente, e improbablemente victoriosa en los tiempos que corren. Así pasó Lucía por varias idas y venidas, salidas infructuosas, patéticas o divertidas, tristes o simpáticas. Por estados de depresión y llanto. Por horas de ansiedad. Por interminables vericuetos y situaciones indeseadas. Hoy después de muchos meses sin leerla, me dio intriga saber si habría ganado la apuesta, si habría conseguido un novio para la fiesta, pero más que nada, saber si estaba feliz. Y porque no, les confieso, saber si había esperanzas. Porque en todas esas líneas me sentí mil veces identificada: por la edad, por la situación, por los sentimientos, por las opiniones familiares, por las miradas ajenas, por las incomodidades festivas, por los prejuicios, por las propias dudas, por las angustiantes soledades, por las costumbres de la soltería, por los miedos… o por EL MIEDO, el más grande, el de quedarse sola. El de no encontrar en este mundo de lunáticos, alguien normal que te acompañe. Y allí fui, en busca de la respuesta.
Tristemente me encontré con lo que más temía. Lucía fue sola al casamiento. Después de meses de un arduo trabajo, de intentar, de no darse por vencida, de probar, de seguir, de tratar, de quebrarse, de levantarse, de reintentar, de recomenzar. Empecé a leer hacia atrás, buscando saber que había pasado. Y resultó que hasta último momento, hasta el día anterior, Lucía estaba con alguien. Casi. Casi lo logra. Pero no. Porque la noche anterior, en medio de lágrimas, decidió dejar a José. Entonces me sorprendí. Más que me sorprendí, me quedé helada, petrificada frente al monitor. Porque coincidencias había muchas, pero en un simple párrafo, que me voy a permitir transcribir, encontré las palabras escritas como si fueran mías. Si hasta lo dudé si no eran mías, porque tantas veces las dije en ese mismo orden.

“JOSE

¿Por qué lo tenés que hacer tan complicado todo, lentejita?

LG

Porque para mí sí es una comedia romántica. Yo quiero alguienque se muera por mí. Alguien que no soporte estar con otra persona. Alguien que me mejore y que sea mejor porque está conmigo. Eso quiero. O eso quise siempre.
Y no quiero conformarme más. Si no es así, prefiero quedarme sin nada”

Esa es la respuesta sincera a por qué Lucía fue sola a la fiesta.
Esa es la respuesta a por qué está sola.
Esa es la respuesta a por qué estoy sola.

Y yo tampoco quiero conformarme. Pero tampoco quiero quedarme sin nada.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Del enamoramiento al amor... o no

¿Cuánto dura el enamoramiento? ¿Cuándo empieza el amor? ¿O cuándo muere antes de nacer? ¿Cuál es el instante exacto en que cae el velo de la ilusión, en qué aparece la realidad… para bien o para mal? ¿Cuándo se sabe si “es”… si es que alguna vez se sabe? ¿Cuándo lo que alguna vez te gustó comienza a molestar? ¿Cuándo la gracia se convierte en fastidio? ¿Cuándo se instala la duda y carcome las certezas? ¿Cuándo el amorío se convierte en relación? ¿Cuándo no es más ida, sino que también hay vuelta? ¿Cuándo se termina con absoluta seguridad? ¿Cuándo se empieza sin más “peros”? ¿Alguna vez se completa el check list de lo que queremos y no? ¿Cuándo todas las preguntas tienen su respuesta? ¿En que momento justo echan a volar las mariposas que estaban en la panza? ¿Cuándo desaparece la sensación de que ni un abrazo alcanza para fundirse, qué siempre hace falta apretar un poco más? ¿Cómo se detectan los pequeños detalles que hacen que te quedes para siempre? ¿Cuándo dejamos de tener sexo para hacer el amor? ¿Cuándo el “me da igual” significa: todo lo que hago con vos me gusta, no hace falta elegir, y cuándo: no me importa? ¿Cómo se hace para que todo lo que te encanta, te siga “encantando” cada día? ¿Cómo se hace para que estar no sea sobrevivir? ¿Cómo se pasa de los 3 meses, a 6, a un año, a dos, a diez, a siempre?
¿Se puede asegurar el camino directo del enamoramiento al amor, sin escalas, ni piquetes, ni fracasos?

No se. No se ninguna de estas respuestas. ¿ustedes sí?

lunes, 1 de septiembre de 2008

Carta para no leer

Este post no es mío. Es de uno de mis mejores amigos. De esos que te da la vida para siempre.
Ni siquiera es un post. Es justamente una "carta para no leer". Esas que se escriben en silencio, que se sufren en penumbras, que se acallan con esfuerzo. Es todo lo que uno quiere decir ... y no quiere. Porque cuando llega la muerte del amor, las palabras que se dicen suelen ser crueles, simples, seguramente despiadadas. Pero las que callan son las más dulces, las más dolorosas, las más poéticas. Y es que claro, esas, las más bellas, están destinadas en realidad para decirse cuando el amor fluye, cuando uno hace lo imposible para que perdure, cuando uno quiere alimentarlo de ilusiones, sueños, esperanzas y recuerdos inventados.
Así que por esta vez dejemoslás fluir. Seamos testigos de los sentimientos más internos de los hombres. Veamos esta vez que ellos también aman, sufren, lloran, pierden.



Carta para no leer
Despojado de un amor tan perturbado que cego mi realidad inpunemente, puedo ahora ver la inmensidad de tu mentira, de tu juego pernicioso. El indisimulable dolor manifiesto que sentiste con su pérdida, tu desesperación hiriente para salvar lo insalvable, porque podrás recuperar su cuerpo, pero nunca entero, nunca pleno. Y hablo de El, no hablo del amor perdido... El último aliento de tu relación conmigo, malgastado inoportunamente sin sentido en un pedido de ayuda para recuperar lo irrecuperable.
La sensación inequívoca de vivir equivocado, el dolor que se escurre hasta los huesos de saberme perdido tanto tiempo en un amor tóxico. La idiotez con que creía tu veneno no letal, aunque doloroso , y la sensación de libertad que revivió expontáneamente en el vacío de la razón, liviana como el aire, estaba la verdad ante mis ojos. Cuanto me mentí traicioneramente mirándome a los ojos, cuanto me expuse sin saberlo, o a sabiendas... es igual.

Puedo ver ahora la inmensidad de tu mentira. Ya no siento más dolor, y la pena se reduce lentamente pero firme, incorruptible.... Cuánto te tuve entre mis brazos y que poco te he conocido. A donde fue la complejidad lineal de mi criterio, si tan sólo tomarte de la mano pudo más que mil verdades. He conocido el amor, y lo he sufrido, mas no cambio uno solo de mis días si estos sirvieron para aprender a respetarme, a conocerme vivo.¿Qué hubiera sido de mi sin el dolor que me causaste, cuántos años más tendría que haber pasado para crecer como he crecido?

Esta carta la escribi mil veces en mis sueños, y esta sola vez con el teclado, sentí miedo al darme cuenta que más tiempo pasa y más olvido, me duele menos, y se esconde en mi alma la fuerza de un amor que siendo tan fuerte, no fue correspondido.

No se cuando la voy a enviar, quizas nunca o tal vez te llegue, animado por un coraje tímido. Probablemente no hayas tenido la oportunidad de leer hasta este párrafo, pero si así fuera...... quiero decirte que ya no soy el mismo, que ya no espero nada, ni un mensaje, ni un llamado, ni noticias.... no espero nada porque prefiero inventarme tu recuerdo, en nuestra casa del country , en el jardin, con un gran perro y muchos hijos riéndo con tu risa.

"Ya no la quiero, es cierto, pero talvez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos, Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa, Y estos sean los últimos versos que yo le escribo."

by CJR