lunes, 6 de abril de 2009

Todos los caminos conducen a Roma... y de vuelta a Buenos Aires

Hay un momento de tu vida en el cual el más mínimo detalle te colapsa. Es un derrumbe previsible pero imprevisto. Una eclosión de sentimientos acumulados. Como la ruptura de un dique: sólo hacía falta un punto más de presión. Uno sonríe. Aquí y allá. Enjuga las lágrimas y sigue. Da otro paso, se levanta cada día, con un poquito más de esfuerzo tal vez, pero sigue. Y de pronto, una amiga te dice: me puse de novia. O te cruzás con una pareja que hace mucho no ves y ella está embarazada. O se te rompen las bujías del auto. O volviste de vacaciones del paraíso a tu vida habitual. Sí, cada una de estas cosas no tiene que ver con la otra. No hay una relación visible, ni siquiera aparente. Pero los hilos están. Y es que todo desemboca en el mismo resultado. Cada una de estos pequeños golpes, es una estocada certera, en la débil construcción de la realidad aparente. Cada una de estas situaciones sólo te hacen dar cuenta que el tiempo pasó, que cada uno siguió con su vida, y que a pesar del tiempo, los meses, lo que hayas hecho o dejado de hacer, la realidad ineludible es vos también te moviste, que te moviste pero no hacia adelante, y que seguís estando sola. Que vos no estás saliendo con nadie, que no encontraste a alguien con quien tener un hijo, que tenés que llevar el auto al mecánico y tratar de entender que es una bujía o que hace la computadora, y que en las fotos de las vacaciones, sin desmerecer, sigue estando tu querida amiga que volvió a su casa con su marido y su hijo, y no el hombre de tu vida.

Finalmente fui a Roma. Después de años de postergaciones. No en busca del amor. Pero sí con la esperanza que guardaba hace ese mismo tiempo de encontrar uno. O tal vez era la mejor excusa de tenerlo lejos y no buscar a nadie cerca. Lo cierto es que allí estuve. Y volví sin nadie. Con un sueño cumplido pero más desesperanzada que antes. Con una desazón inconsolable. Con el dique repleto de fisuras, y el agua que crecía. Un fantasma que da vueltas. La soledad que acecha. El peso de las pequeñas decisiones diarias. Y sin excusas. Con la responsabilidad de saber que ya no puedo decir: mi amor está en otro lado.

Me enamoré de Roma. Pero no en Roma. Tenía una ilusión de encontrar a alguien y sólo había ruinas. Y eso fue lo que traje. Cargaditas en el baúl del alma.

4 comentarios:

Luli dijo...

Sole: cumpliste un sueño!!! que mejor incentivo que ese para volver con mas fuerza a enfrentar la rutina? Muchas personas pasan su vida anhelando eso que vos hiciste realidad. No digo que seas conformista, pero sentite feliz por un objetivo logrado, y a la vez inquieta por la meta que sigue. No creo que tengas que irte tan lejos a buscar el amor. Creo que el te va a encontrar a vos. Besos y como siempre es un gusto leerte y encontrarme en tus palabras

Nacha dijo...

Uy Sole, hacía rato que no entraba a tu blog, ni siquiera entraba al mío, ja. Y entro y te encuentro casi en pedazos. Arriba mujer!!! A mí me pasa todo el tiempo eso de mirar cómo ha cambiado la vida de mis amigos y yo... yo sigo aquí solita mi alma, sin proyectos compartidos, perdida o encontrada sólo en mi trabajo y en las complicaciones mundanas de las bujías o, lo que es peor, pidiéndole a mi cuñado que me ayude a poner veneno para lauchas en mi depto porque me crucé con una y les tengo ¡pánico!. Y se agota mi tiempo biológico para tener un hijo y me preguntan si no tendría uno y contesto siempre lo mismo "sí, quiero tener un hijo pero con una pareja" y no hay pareja, sólo esporádicos cuerpos que sería mejor que ni estuvieran. Arriba mujer!!! Besos por millones!!!

Niurka Dreke dijo...

Uy entiendo, este post me encanta, aparecio buscando la frase todoslos caminos cunducen a Roma, pues yo acabo de volver hace unas horas de alla, y dje mi alma y mi cuerpo en Roma, y otras cosas. Y despues uno pregunta, habla con un psicologo y te dice que la felicidad va por dentro, que hay que saber estar bien sola, etc, etc, etc, blah blah, blah. En fin que yo me pregunto cual es el estado natural de una persona, esto seriamuy largo. Seguire por aqui...

Soledad dijo...

Luli: gracias por el apoyo y pasar siempre por acá. No se, Ismael dice: "el amor se encuentra antes si se busca". En contra de lo que todos dicen, yo creo que es verdad. Veremos.

Nacha: no abandones el tuyo!! a veces cuesta, me pasa lo mismo, pero hay que volver porque hay gente, mucha o poca del otro lado que nos espera. Y eso sirve para descargar, para sacar un poco lo que pasa o imaginamos, nos sirve de apoyo.Y si uno sólo del otro lado te dice que le sacás una sonrisa, ya vale la pena, y te cambia un poco el mundo. Así que cuando todo eso que contás te pasa, que nos pasa a muchas, pasá por blogs amigos a distraerte un rato, o escribí lo que te pasa. Todo va a cambiar. En su tiempo justo.Besotes!!!!!!!!!!

Katana: todo pasa por algo dicen. por eso tal vez de esa manera rara llegaste acá a encontrar que hay gente que está igual. Somos varios. No es consuelo de tontos. Pero es una buena manera de no sentirse tan solo. Por lo menos en este espacio, podemos acompañarnos...:). Dale, te esperamos por aquí!!!