viernes, 3 de agosto de 2007

Entre el bien y el mal

A veces siento que la balanza entre el bien y el mal está totalmente desequilibrada. Que le va mejor a aquellos que no tienen principios, moral, costumbres, respeto, valores que a los pobres tontos que sí. Se ve que la gente se está dando cuenta, porque cada vez hay más y los buenos somos una especie en peligro de extinción.Y no sólo hablo al nivel más filosófico de la vida. Sino de la manera más ingenua y simple de vivirla y disfrutarla. No hablo sólo de delincuentes, corruptos, ex novios descorazonados, materialistas ambiciosos insensibles, turras traidoras, falsas amigas. También hablo de aquellos que se lanzan a la vida sin prejuicios ni controles, sin reglas ni medidas. Los que viven en el exceso. Los que quieren llevarse todo en un instante porque prefieren una vida corta y repleta de sensaciones que una larga vida opaca cargada de frustraciones. Aquellos que nos hacen sentir hasta un poco pacatos, recatados o aburridos.
Tal vez esta actitud de cuidar, de mantenerse en el lado seguro de la orilla, de no embarcarse sin rumbo, de no lanzarnos sin red hace que obtengamos lo poco que esperamos, y nos perdamos lo que no podemos imaginarnos. Sí, viviremos cómodos y confortables, alcanzando o quizás rasgando una efímera felicidad. Pero donde queda el desenfreno y la euforia. La ceguera del brillo fugaz. Los quince minutos de fama.
El estilo moderado nos deja fuera del frenético tren de la juventud eterna. Y si queremos subirnos, nos asusta la velocidad.
Por algo se hizo famosa la frase que dice “Good girls go to heaven, bad girls go everywhere”.
El que no tiene miedo de lo que puede perder suele tener mucho más por ganar. El impulso y el desparpajo lo liberan de la moral y las buenas costumbres, del protocolo riguroso, de las normas y regulaciones, de las ataduras y la seguridad.
Miren a su alrededor. ¿No sienten que al peor de todos le va siempre un poco mejor? Al político que nos roba, al novio que no le importamos y nos dejó sin explicaciones, a la amiga desconsiderada frívola y superficial, a la que caga al marido millonario con el profesor de tenis, al cantante exitoso que vive desorbitado por las drogas y el alcohol, al jefe que siempre sabe menos que uno y gana más.
El problema es que creo que está en nuestra naturaleza. No hay una pastilla que nos haga dejar de ser el pobre pelotudo.
Milan Kundera tenía razón. La levedad del ser es insoportable. Hay que elegir el peso. Arriesgarnos. Exponernos. No pensar tanto y dejar actuar a la intuición. Dejar de vivir en la superficie, y zambullirnos hasta el fondo. Aunque estemos a punto de ahogarnos. Después de todo, siempre habrá algún buen samaritano que venga a rescatarnos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola "alma", así te llamaré porque no se tu nombre, pero leyendo tus palabras puede verse la angustia de tu alma.
Hay varias frases que lo indican.
...una larga vida opaca cargada de frustraciones...
...aquellos que nos hacen sentir pacatos...
..El que no tiene miedo de lo que puede perder suele tener mucho mas por ganar..
ALMA, porqué te pesa tanto tu forma de ser, porqué ves a los malos de afuera como triunfadores y a vos como perdedora, porqué tenés tanto miedo a salir de tu forma estructurada que te da tanta seguridad.
Cuando uno observa a un ROBLE, lo ve como un árbol muy fuerte, imponente, duro, irrompible.
Cuando uno observa una palmera la ve delgada, sin buena base, como que en cualquier momento se quiebra.
El ROBLE sería la personalidad estructurada, o sea con buena estructura, con buena base.
La palmera en cambio sería la personalidad sin mucha estructura, que se mueve para donde la lleva el viento, sin buena base.
Pero si te fijas cuando llega una gran tormenta con fuertes vientos, EL ROBLE comienza a quebrar sus ramas, justamente por no ser flexible. En cambio si observas la palmera, ella baila al ritmo del viento sin que le pase nada.
Y eso no quiere decir que la PALMERA sea un árbol que no tiene valores , también los tiene como el Roble , y nos muchos, tal vez no sean los mismos valores, tal vez no den la misma sombra, pero ambos sirven.
ALMA, lo que quiero trasmitirte es que en tu escrito pude ver que todo el tiempo aparece el ROBLE como el bueno y las Palmeras como los malos.
y yo creo que no existe ni los buenos, ni los malos, todos somos a veces buenos y a veces malos.
ALMA NO ESTES TAN ENOJADA CON TU FORMA DE SER, SI EN ESTE MOMENTO TE SENTIS ASFIXIADA POR LA TORMENTA, ACORDATE DE LAS PALMERAS Y VERAS QUE NO ES TAN DIFICIL.
No hace falta creer que cambiar es abandonar tu forma de ser.
Vos serás siempre ALMA, que elige por momentos ser Roble y por momentos ser Palmera.
Nunca te olvides que la libertad de nuestro interior es simplemente ELEGIR.
Y nunca te olvides que EL MIEDO es una caparazón que nos ponemos para no ELEGIR y hacernos responsables de nuestras ELECCIONES.
El miedo hace que el afuera elija por nosotros.
Eso hay que revertirlo.
Con todo mi cariño.
de otra alma que quiere aprehender a ser FELIZ.

Soledad dijo...

Anónimo, gracias por tus comentarios y consejos.
Igual recordá, que al fin y al cabo, estas no dejan de ser historias. :)

Christian von Rölla dijo...

Las preguntas que me hago, es si nosotros mismos no elegimos a los malos como el resto de la sociedad...no sera que nos quejamos de su supuesto exito pero somos parte de los que se lo generamos.
No elegiste vos a tu amiga frivola y superficial y no fui yo la que elegi la novia que me trataba como no debia?
No nos gustaban los rebeldes cuando eramos teens?, No sera que no nos animamos a ser MALOS?
No sera que los MALOS a los que hacemos referencia son solo DISTINTOS y AUDACES, que tienen la suficiente cuota de EGOCENTRISMO que nosotros no nos animamos a tener?
Por ultimo no sera que despues de todo los MALOS SOMOS NOSOTROS? Malos para poder satisfacer nuestros anhelos, deseos, necesidades espontaneas etc....y ellos son BUENOS para lograrlo.
Y te lo digo yo que vengo peleandola con la frivola y superficial de la historia!!

Carito dijo...

Yo creo que he estado de los dos lados, y definitivamente para mi uno no es mejor que el otro! son sólo dos formas de estar!

Anónimo dijo...

Porque la felicidad consiste en vivir vida de verdad: mejor dicho todavía: la felicidad consiste en vivir cada uno su verdad. Como la sociedad ha labrado una sola verdad para todos, a unos les viene estrecha por demás, y a otros les viene demasiado holgada. La más perniciosa de las manías del hombre es legislar, y legislar no es más que perjudicar la variedad.

Nada te importe contradecirte, porque solamente los estériles no lo hacen. La verdad no debe sacrificarse a ningún sistema. Lo que se piensa hoy, que es el presente, no ha de sepultarse en lo que se pensó ayer, que es el pasado. ¡Ay de los que tienen muchos días iguales! ALMAFUERTE

Christian von Rölla dijo...

Corega: me saco el sombrero ante los que leen a Almafuerte!!!

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Anónimo dijo...
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Soledad dijo...

Templanza, gracias por entrar a leer el blog. Pero suprimí tus comentarios porque la verdad no tienen nada que ver con el estilo del blog y con las notas. Mi consejo es que hagas un blog para publicar las poesías y todos entremos ahi a verlas!